El soborno del Cine
De alguna manera el cine siempre me ha sobornado sembrando en mi diversas ilusiones (ya sea como espectadora o como parte del engranaje que supone una producción) y es capaz de sumergirme durante horas o semanas en universos paralelos habitados por nuevos personajes y tramas que se tejen ya no solo entre los personajes de una película sino entre los departamentos que participan en esta empresa intensa que me abduce y me enreda en nuevas relaciones potentes y efímeras. Un paréntesis en el que los días dejan de tener nombre y no hay espacio para la rutina.
Cada nuevo proyecto emociona e inquieta no solo por la historia que cuenta sino por lo que promete como experiencia de convivencia que puede ser maravillosa o terrorífica.
En esta ocasión, mi labor en EL SOBORNO DEL CIELO, la nueva película de LISANDRO DUQUE, me ha dado una butaca privilegiada ya que, como EDITORA EN SET y en algunas ocasiones, invitada como AYUDANTE DE DIRECCIÓN, he vivido de cerca el rodaje de cada plano siguiendo los pasos del director, disfrutando de la interpretación de un elenco estupendo y más tarde, en la sala de montaje, he disfrutado nuevamente con el clima logrado en cada secuencia.
Como editora, no sabría decir si es mejor estar presente durante el rodaje y (en cierta medida) pre seleccionar las tomas en el cerebro, o si conviene más recibir el material sin conocerlo y elegir los planos desde esa imparcialidad que da el no saber lo que hay detrás de cada toma. En EL SOBORNO DEL CIELO viví las dos opciones y de cara al montaje me encantaron ambas.
El resultado ha sido un ordenamiento, un primer corte de planos y secuencias hecho en caliente, del que posiblemente quedará apenas un rumor en el montaje final de la película, y que me ha hecho sentir orgullosa de pertenecer a este equipo .
Hoy, casi dos meses después de terminar el rodaje de EL SOBORNO DEL CIELO, me siento por fin a escribir esta nota para compartir el buen sabor que me ha dejado esta experiencia y para agradecer esta valiosísima oportunidad de observar el quehacer de mis colegas actualizarme y nutrirme con su manera de hacer las cosas y su generosidad para compartirla.
Muchas gracias a toda la tropa!
